domingo, 17 de octubre de 2010

RESEÑA DE ANIMACIÓN JAPONESA Y GLOBALIZACIÓN: LA LATINIZACIÓN Y LA SUBCULTURA OTAKU EN AMÉRICA LATINA

Razón y palabra surgió en 1966 y es la primera revista web dedicada a publicar temas de comunicación en Iberoamérica. Es manejada por un grupo de académicos e investigadores del PROYECTO INTERNET del Tecnológico de Monterrey.

En su artículo ANIMACIÓN JAPONESA Y GLOBALIZACIÓN: LA LATINIZACIÓN Y LA SUBCULTURA OTAKU EN AMÉRICA LATINA realizado por Tania Lucía Cobos Periodista digital originaria de Barranquilla (Colombia) y estudiante de la Maestría en Ciencias en Comunicación del Tecnológico de Monterrey trata como el anime y el manga, ambos productos culturales de Japón han llegado a Latinoamérica en un proceso de desterritorialización-reterritorialización que se evidencia en la latinización de estos, y el surgimiento de la subcultura otaku como producto de la hibridación.

América latina está siendo “orientalizada por Japón” como resultado de la llegada del anime y el manga a este territorio en los 70. Así lo asegura Tania Cobos quien además establece que el éxito en Latinoamérica por parte del anime y el manga se debe al diseño de la animación y personajes, la forma narrativa, y las historias. Estoy de acuerdo con ello; el diseño de personajes con ojos saltones y cabellos multicolores tienen un gran impacto visual además de tramas argumentales que de desarrolla a lo largo de las series, a diferencia del cartoon que narra la historia en un solo capitulo. Los personajes permiten que el público se identifique con ellos porque no son perfectos y están en contacto con la vida cotidiana; por ejemplo los mangakas (dibujantes de manga) crean un perfil de personaje que contiene fecha de cumpleaños, gustos, cosas que odia, actividades favoritas, hasta peso y altura. Es todo lo contrario al comic occidental en el que el personaje es el héroe perfecto. Aun más, el anime y mangan permiten tener tramas argumentales complicadas en las que no todas tienen por qué tener un final feliz; pero no estoy de acuerdo en que todo el éxito se basa en la estética; el anime y al manga tienen trasfondos más complejos que implican culturas, conceptos y representaciones.

El anime y el manga están siendo latinizados. La autora expone los medios por los que sucede este proceso en el anime: el doblaje, la censura y la audiencia. Estoy de acuerdo; mediante el doblaje se cambia las expresiones y diálogos originales e incluso los nombres. La eliminación de desnudos, sangre y a veces hasta los openings y endings de las series crean un producto muy diferente del original; pero ¿a qué se debe esto? La respuesta está en que en un principio en América latina no conocían la diferencia entre animes y cartoons, por lo que se creía que el anime iba dirigido hacia un público infantil. De igual forma el manga ha tenido algunos cambios consecuencia de la latinización como lo son colorear las imágenes que tradicionalmente son monocromáticas, o imprimirlos en hojas de color.

La subcultura Otaku se da como producto de la hibridación entre oriente y occidente. Los procesos de desterritorialización-reterritorialización como La latinización del anime y el manga y la apropiación de elementos de la cultura japonesa, generan el surgimiento de la cultura Otaku, de la que cabe resaltar que aquí en occidente el término Otaku no tiene una connotación ofensiva como la que si tiene en su país de origen.

En resumen, al apropiarnos de elementos y productos de la cultura japonesa como lo son el anime y el manga se logra el surgimiento de la subcultura Otaku. No obstante, estos productos en el contexto latinoamericano pueden ser despreciados al ser evaluados desde la visión de la cultura propia sin tener en cuenta que fueron realizados bajo las características de otra cultura con la cual no se ha tenido contacto anteriormente lo que se genera un choque cultural. Para mi es cierto que la connotación de Otaku es diferente entre Japón y occidente, pero no significa que todo se quiera latinizar; creo que el fenómeno Otaku surge de identificarse con aspectos y elementos de la cultura japonesa, y aceptarla, no de transformarlo en un producto propio. Por otro lado pienso que se debería tener en cuenta que el anime y manga están destinados a diferentes tipos de público, y que no es sólo para niños, por que debido a esto se limita su difusión.

Bibliografía

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